domingo, 12 de febrero de 2012

Origen (2010) - Christopher Nolan

La idea es interesante, pero falla la ejecución.
Quizá el problema que se pueda encontrar esta película es que uno ya esté sugestionado antes de visualizarla. Se pueden leer o escuchar maravillas constantes sobre Origen (o Inception, en su título original en inglés) en cualquier parte. La crítica especializada suele ser así. Parece que les guste el efecto dominó, y mantienen (y extienden) una primera opinión sobre algo como si se tratase de maná en el desierto. Así pues, es lógico que alguien que se siente a ver esta obra, lo haga pensando inevitablemente en que se va a encontrar una obra maestra. Incluso, a alguien a quien no le haya parecido tan buena, puede llegar a asegurar en público que sí se lo pareció para no pertenecer al club de "los bichos raros". Pero la realidad es otra.


Es justo hacer mención a que la idea de Nolan es interesante. El mundo de los sueños y de la mente es siempre intrigante. Dice Michio Kaku en su libro "Física de lo imposible" que el cerebro humano es probablemente el mayor misterio del universo. Y si lo dice un genio como él, algo de verdad habrá. Además, la idea se plasma bien en la pantalla ayudada también por un buen presupuesto para efectos especiales. Por momentos las imágenes cautivan.

Sin embargo, se detectan ciertos errores en la ejecución. El argumento parece demasiado enredante, confuso (¿Lo busca adrede Nolan consciente de que así es más fácil crear una historia de ciencia ficción?) e incluso se perciben ciertas contradicciones en la parte final, con extrañas muertes y resurrecciones de personajes en los sueños. Además, el metraje, una vez más, resulta excesivo. Ya no se lleva lo de hacer películas de 90-100 minutos de duración. Parece que hay que justificar los 7 eurazos de la entrada del cine mediante esa vía. Y por si fuera poco, las actuaciones no consiguen llenar del todo en ningún momento. Mucho se habla de la progresión como actor de Leonardo DiCaprio, pero al menos en este filme, no termina de rematar su papel.

En definitiva, y permitiéndonos hacer un símil, esta obra parece que es como el típico regalo que por fuera está perfectamente envuelto y decorado, que es muy grande, y que luego al abrirlo descubres que es una caja de calzoncillos y calcetines. Que sí, que es útil, que incluso puede llegar a gustarte, pero en realidad esperabas otra cosa mejor.

Por último, añadir que este tipo de cine es necesario, máxime con la crisis de ideas que padece Hollywood en la actualidad, pero para la próxima que se haga con más acierto y algo más de criterio argumental.

1 comentario:

alberto dijo...

La tengo que ver. Me la trajeron los Sabios de Oriente y todavía no la he visto. Me temo que es infumable. En cuanto la vea os digo, proyectores de conciencias. Enhorabuena por vuestro blog.