miércoles, 21 de noviembre de 2012

Up in the air (2009) - Jason Reitman

Equidistante, no, gracias.


Se agradece siempre contemplar películas que van más allá del mero divertimento pueril, y que nos hacen reflexionar crudamente sobre nuestra sociedad y nuestra propia forma de vida. Eso ya es plausible en los tiempos que corren.

Y es que este film esconde reflexiones muy acertadas tras su fachada de comedia ligera ya que, entre escena y escena, trata temas como la crisis económica, la deshumanización de las relaciones profesionales por el exacerbado uso de la tecnología, el desapego vital que pueden generar cierto tipo de trabajos, la precariedad laboral a la que están sometidas la mayoría de los trabajadores y su total dependencia económica y otros que quizás trate en menor medida.

Sin embargo, por contrapartida, "Up in the air" peca de ser demasiado equidistante, no se moja, no trasciende y eso hace que se confunda constantemente "reflexión" con "moralina" en la trama. No sabemos si el protagonista es víctima o verdugo, y quizás, sea reflejo de un guión que intenta atreverse a indagar en la crítica al capitalismo y a nuestra forma de relación social ortodoxa, pero que parece que, como si fuera una pistola que saca la bala, de repente, recula y se arrepiente de haber disparado.


La película crece cuando Clooney y Farmiga se unen a escena.

Es erróneo hablar de "Up in the air" como una reflexión sobre decidir entre la vida solitaria o en pareja, puesto que el personaje de George Clooney no está solo en ningún momento, no es ningún ermitaño, sin embargo, a lo largo del discurso, parece ser que el narrador quiere que creamos que esa es la temática. Y ahí comienza el desconcierto. Gracias a ese declive en la solidez argumental, todo acaba siendo muy ambiguo, la trama, el mensaje, la temática y los personajes, a excepción del de Alex (Vera Farmiga, con espléndida interpretación incluida) que es, de largo, el mejor construido, el más sólido a lo largo de todo el discurso, ya que Ryan Bingham (George Clooney) se deshace como un caramelo. 


El director Jason Reitman.
El joven director, Jason Reitman, autor de las recomendables "Gracias por fumar" (Thank you for smoking, 2005) y Juno (2007), parece perder valentía en esta obra, que juega con reírse del sistema establecido, o bien, todo lo contrario, según se mire. Es decir, un caso flagrante de "eyaculación precoz" artística por causas vinculadas a la fobia al rechazo del mismo sistema. Y, claro, es un sistema (valga la redundancia), muy jugoso a nivel material, no nos engañemos.

En definitiva, interesante película que nos hace reflexionar, indaga, pero no remata la faena, dejando una sensación de insatisfacción, o tal vez la impresión de que se queda incompleta. No obstante, merece la pena su visionado. No les dejará indiferente a poco que tengan algo de inteligencia emocional.


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